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domingo, 9 de mayo de 2010

La homeopatía (parte primera)

La entrada de hoy la dedico a la homeopatía, la pseudociencia que basa el fundamento de su supuesta efectividad en lo que podríamos denominar "curación" mediante diluciones infinitesimales.

Me he inspirado en gran parte en un capítulo de un excelente libro, "Ciencia para Nicolás", de Carlos Chordá. Es una obra que os recomiendo, ya que utilizando un lenguaje perfectamente accesible nos introduce a los conocimientos científicos fundamentales que debe tener presente cualquier persona. Para los datos referentes a medicamentos homeopáticos he utilizado referencias de diferentes páginas sobre remedios de este tipo.

La homeopatía es una pseudociencia que se basa en el viejo dicho popular de que "un clavo saca a otro clavo". La idea básica de esta creencia es que resulta posible curar una enfermedad administrando dosis de la sustancia que provoca la enfermedad que queremos erradicar. Ilustremos lo anterior con un ejemplo concreto: la enfermedad del saturnismo.

El saturnismo, o plumbosis, es la enfermedad provocada por la intoxicación de nuestro organismo cuando ingerimos plomo. Es una enfermedad que puede producir graves daños al sistema nervioso e incluso la muerte. En la actualidad el saturnismo afecta a personas que trabajan con sustancias que contienen plomo, como por ejemplo l@s trabajador@s de empresas cerámicas que manipulan pinturas o esmaltes que contienen ese elemento.

Pues bien, siguiendo los principios homeopáticos se supone que podríamos curar esta enfermedad administrando al paciente dosis infinitesimales de plomo. De hecho hay estudios homeopáticos por la red que afirman la efectividad de este tratamiento:
http://www.homeoint.org/espanol/amores/saturnismo.htm
Un primer vistazo a dicho estudio no me da muy buena impresión, ya que el tratamiento solo ha sido aplicado a 3 pacientes, que desde luego no suponen una muestra muy representativa sobre la que obtener conclusiones científicas. Un estudio científico serio implicaría la realización de un número mucho más elevado de tratamientos (por ejemplo cien), incluyendo el método del doble ciego, para prevenir que los efectos de la experiencia estuvieran influidos por el efecto placebo (del que hablaremos después), o por la opinión subjetiva del observador.

Los homeópatas suelen dar nombres bastante llamativos a sus remedios. Por ejemplo, buscando por la red he encontrado una sustancia denominada "plumbum metallicum", que no es otra cosa que plomo metálico. Encontramos referencias de esta sustancia en determinadas páginas, como por ejemplo: http://saludbio.com/articulo/Plumbum-metallicum-plomo.
Supongo que esa denominación tan sonora a sus remedios da algo más fuerza a los argumentos homeopáticos. Se puede conseguir a través de tiendas virtuales. Aquí tenéis una imagen:


He tratado de encontrar la forma en que los homeópatas preparan el "plumbum metallicum", pero me ha sido imposible hallar el método. Por tanto, como el plomo es insoluble, supongo que utilizarán una sal de plomo, como por ejemplo, el sulfato de plomo (II), de fórmula PbSO4, que se puede obtener disolviendo el plomo metálico con ácido sulfúrico. Los homeópatas suelen mezclar las sustancias insolubles con azúcar. Obviamente, existe un límite para la cantidad máxima de sulfato de plomo(II) que podemos disolver en una cantidad dada de agua. Es lo que en química se conoce como solubilidad de una sustancia. En el caso del sulfato de plomo (II), su solubilidad se calcula a partir de su producto de solubilidad Kps = 2·10-8 (recordad que el producto de solubilidad es el valor constante que determina para cualquier sustancia su grado de solubilidad, casi siempre en agua).

Usando los datos de su producto de solubilidad se puede calcular la cantidad de plomo (en forma iónica) que tendremos presente en una determinada cantidad de agua (p. ej. 100 ml) a temperatura ambiente. El resultado es de 0,00116 gramos, pero que traducido número de iones plomo (II) es una cantidad considerable. Concretamente, a 25ºC de temperatura, podremos encontrar (redondeando) 8,5 ·10 18 iones plomo (II) en 100 ml de agua. Para facilitar los cálculos, supondremos que tenemos incialmente 9·10 exp18 = 9.000.000.000.000.000.000 de partículas de plomo en esos 100 ml.

A continuación, tendremos que ir diluyendo la muestra inicial (llamada en homeopatía, tintura madre). Básicamente la idea consiste en tomar 1 ml de la disolución inicial y mezclarlo con 99 ml de agua pura, y por supuesto, hacer lo que los homeópatas denominan "dinamizar la muestra", es decir, agitarla. Tras esta operación, lo que habrá ocurrido con el número de partículas de plomo será lo siguiente:
Partículas iniciales en los 100 ml de la tintura madre:9.000.000.000.000.000.000
Partículas que hay en 1 ml de la tintura madre(suponiendo la disolución homogénea): 90.000.000.000.000.000 (es decir, la centésima parte).
Partículas que hay en los 100 ml de la primera dilución: 90.000.000.000.000.000; o sea, los mismos que en 1 ml de la tintura madre, ya que los 99 ml que hemos añadido para diluir la porción de tintura madre es agua pura.

En notación homeopática, esta primera dilución se representa con el símbolo 1CH. Cada disolución sucesiva, tal y como hemos visto en el ejemplo anterior, tendrá 100 veces menos partículas de plomo que la disolución anterior. Por tanto, si hacemos cálculos podemos ver claramente que:
- Un frasco de la disolución 1CH tendrá 900.000.000.000.000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 2CH tendrá 9.000.000.000.000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 3CH tendrá 90.000.000.000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 4CH tendrá 900000000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 5CH tendrá 9.000.000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 6CH tendrá 90.000 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 7CH tendrá 900 partículas de plomo.
- Un frasco de la disolución 8CH tendrá 9 partículas de plomo.

¿Qué sucede en la 9 CH? Obviamente, no podemos tener 0,09 partículas de plomo, ya que eso no tiene sentido físico, porque los 9 iones no se pueden partir en cien trozos (no hay iones fraccionarios). La cifra hay que interpretarla de otra manera, utilizando la estadística: de cada cien frascos obtenidos al preparar la disolución 9 CH, en nueve de ellos habrá realmente una partícula de plomo, mientras que en 91 de ellos solo tendremos agua.

Siguiendo con este proceso de cálculo podemos llegar hasta las diluciones indicadas en el documento antes citado, en el que usan diluciones de "plumbum metallicum" de 30 CH (http://www.homeoint.org/espanol/amores/saturnismo.htm). Concretamente, tendríamos que repetir el proceso anterior 30 veces, es decir, dividir treinta veces el valor inicial entre cien. (El resultado puede calcularse fácilmente dándonos cuenta de que los diferentes valores obtenidos en las diluciones corresponden a una sucesión matemática de fórmula general 9 · 10 exp (18-2n), siendo n el número de diluciones). Así pues, para treinta diluciones, en un frasco de remedio homeopático tendríamos 9 · 10 exp -42 iones de plomo. Es decir:
0,000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 009 iones
Traducido en lenguaje estadístico, lo anterior quiere decir que sólo encontraremos una partícula de plomo en 9 de cada 10 exp 42 frascos. O sea:

9 de cada 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 frascos

Por tanto, para estar seguros de haber ingerido una partícula de plomo necesitaríamos tomar un volumen de:
1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 frascos x 100 ml = 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 ml, o lo que es igual:

100.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 litros

Teniendo en cuenta que el volumen del agua contenida en nuestro planeta se estima que es de 1,4×10 exp 21 litros, o sea:

1.400.000.000.000.000.000.000 litros

Llegamos a la conclusión de que para ingerir una partícula de plomo, tendríamos que beber una cantidad de remedio homeopático equivalente a:
¡¡¡¡700.000.000.000.000.000.000 de veces el agua del planeta Tierra!!!!, es decir
¡¡¡¡700 trillones de veces el agua de nuestro planeta!!!!!

Si nos tomásemos un frasquito cada día, para estar seguros de haber ingerido principio activo tardaríamos:
3.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 años, o sea,
2.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 de veces la edad estimada para el Universo.

Francamente, creo que nuestros riñones quedarían bastante limpios tras el proceso.

En definitiva, que como primera conclusión, existe una altísima probabilidad (por no decir, infinita) de que al tomar un remedio homeopático, realmente lo que estemos ingiriendo sea agua azucarada.

Continuaré hablando sobre el tema en sucesivas entradas, aunque me gustaría conocer vuestra opinión al respecto.

Saludos.

9 comentarios:

  1. Ja, ja, ja, ja! buenísimo Agustín! me ha encantado la explicación. Científica y utilizando conocimientos básicos de química. Tenía la sospecha de que era así, es decir: un timo, pero ahora me lo dejas claro. Un saludo. Anaquimi.

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  2. Gracias Anaquimi. Creo que queda ampliamente demostrado que todos los remedios homeopáticos son agua azucarada. Aunque todavía queda la segunda parte, ya verás.

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  3. Muy bueno, muy bueno. Aunque no tengo ni idea de Quimica, se puede entender perfectamente. Gracias por la explicación.

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  4. Gracias a ti, Silvie. Todo esfuerzo que suponga desenmascarar una estafa de ese tipo no será en vano.
    De nuevo, gracias.

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  5. Hola, por casualidad he encontrado este blog, tengo un niños de 4 años, el cual desde que nacio estaba tomando diferentes medicamentos para los mocos y jamás le encontraron una solución efectiva, bronquitis, bronquiolitis, neumonías hasta que le recetaron SINGULAIR, el cual le creo más problemas, porque le surgieron todos los efectos secundarios, insomnio, cambios de comportamiento en su conducta, etc... Cansados ya de todo ello, de efectos secundarios, probamos con la homeopatia y después de 4 años, mi hijo no ha vuelto a tener prácticamente mocos y si se ha constipado no ha pasado de la nariz, sólo con homeopatia, por lo cual tu teórica será muy buena, pero te puedo asegurar que la homeopatia da resultados.

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  6. Sí lees la parte segunda y tercera del artículo verás que los supuestos efectos de la homeopatía en los que crees se pueden explicar por dos razones: por el efecto placebo y por el efecto de remisión espontánea de la enfermedad.
    Para que la homeopatía dé resultados científicos no vale con que supuestamente cure a una persona. Tendrían que darse al menos cien casos idénticos a los de tu hijo en los que se probase para cincuenta de ellos un remedio homeopático, y para otros cincuenta, un placebo, como por ejemplo, el agua pura. Si tras ese experimento la homeopatía curase a un porcentaje significativo de personas, muy superior a las del placebo (agua pura), entonces la homeopatía sí sería efectiva. Y te aseguro que en todas las pruebas científicas en las que se ha probado un medicamento homeopático, jamás ha superado significativamente al placebo, por la sencilla razón de que los remedios homeopáticos son eso, placebos.
    Un caso de curación no es significativo. No es una prueba científica. Al igual que seis curaciones espontáneas en cien años en el santuario de Lourdes no significan que la virgen de Lourdes cure a los enfermos.

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  7. COMENTARIO HECHO POR VL:
    "Pana al diluir no quedan iones quedan imagenes sub atomicas de la estructura"

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  8. Sí, imágenes fotocopiadas con la XEROX 5000.

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  9. No existe una verdad absoluta, por lo tanto tu teroria. tampoco me satisface; o no sera que eres Doctor, de los que están en contra de la Homeopatia

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